Sora cursa 2º de bachillerato, pero es prácticamente invisible en la escuela. La personalidad de Chuya, su amigo, es completamente diferente a la de Sora. Chuya hace cosas impredecibles y eso sorprende a los que le rodean. La compañera de clase le niegan a ir al colegio porque no quiere cambiar su pelo castaño natural por negro. Su colegio tiene normas poco razonables, entre ellas la de obligar a todos los alumnos a tener el pelo negro. Por la chica, Sora y Chuya se proponen cambiar las normas de su escuela sobre el pelo negro.
La verdad es que estoy muy contento con este drama. Es de esos que tienen un mensaje muy bueno y que se va construyendo paso a paso, sin prisas y sin perder la noción.
Las reglas muchas veces son demasiado estrictas y nunca levantamos la mano para preguntar si podemos hacer algo para reajustarlas. Siempre habrá detractores a cambiarlas, siempre habrá escalas sociales entre los alumnos, etc… Siempre estará el ying y yang para el equilibrio entre lo bueno y lo malo.
La película abarca cómo muchas veces no se escucha a las personas, solo se critica o se quejan, pero no le ponen el oído. Es una película tranquila de vida estudiantil, pero cuenta problemas reales. Todo para la combinación de la amistad y los que no son especialmente buenos compañeros se unan para ayudar a las causas justas.
No es todo camino fácil, no es fácil lo que quieren hacer. Lo hacen de forma especial, cada uno como sabe. Y eso lo que más me mola de la película: todo puede salir mal y siempre puede haber alguien que te de la razón para levantar la cabeza.