En un futuro distópico, tres años después de los eventos de la primera película, los sobrevivientes del Battle Royale original han formado un grupo rebelde llamado los Wild Seven, liderado por Shuya Nanahara. Una clase de estudiantes de noveno grado es secuestrada por el gobierno autoritario japonés y obligada a participar en una nueva versión del Battle Royale. En lugar de enfrentarse entre ellos, deben atacar la base de los Wild Seven y eliminar a Shuya en 72 horas, bajo la amenaza de collares explosivos. Durante el ataque, muchos estudiantes mueren, mientras algunos sobrevivientes, incluidos Takuma Aoi y Shiori Kitano, hija del maestro de un Battle Royale previo, se integran a los Wild Seven para poner fin al programa, aunque no sin reservas.
La lucha se intensifica cuando los Estados Unidos intervienen, bombardeando la isla de los Wild Seven. La situación culmina en un enfrentamiento final entre los rebeldes, los estudiantes sobrevivientes y el ejército japonés. Shuya, Takuma y Shiori lideran la resistencia, pero Shiori muere revelando ser la hija de un hombre asesinado por Shuya. Mientras la isla es destruida, Shuya y Takuma logran escapar con otros sobrevivientes y, meses después, se reúnen en Afganistán para continuar su lucha por la libertad, dejando su destino incierto.
Battle Royale será mi película favorita. Pero esta segunda parte deja mucho que desear. ¿Repartieron mal los argumentos? No lo sé. Es algo dificil de concretar. Por supuesto que la historia en sí está llena de política, pero creo que la primera estuvo muchísimo más equilibrada que ésta.
El problema es que pasan 3 años y no te crees nada. Falta más contenido. Claro que hacen de bulla y de prisas para presentarte todo. ¿Pero te puedes creer que Nanahara ha madurado a ese punto? No. ¿Esperas una secuela espiritual? No. Esta película tiene elementos de la primera, tiene cosas interesantes, pero pierde toda la esencia. Creo que quiere recuperar demasiadas cosas del libro y del manga en un espacio de tiempo irrisorio. Sobre todo porque lo encajan para que digas «ay, sí, me acuerdo».
Siempre lo diré… si te gustó la primera muchísimo, no es necesario la segunda. Es más, no la veas nunca. Te llevarás un chasco.