Sawa Yamagishi trabaja como cuidadora de ancianos. La familia de un anciano le pide el favor de dormir con él una noche, lo que provoca que pierda su trabajo y el lugar en donde vive. Ahora no sabe lo que va a hacer.
Sawa se encuentra con gente mayor en problemas y se involucra en sus vidas. Los conoce, les ayuda y así consigue sanarse a sí misma.
Cuando empecé la película, creía que iba a ser tranquilita… pero qué equivocado que estaba. La película está demasiado completa en todos los estilos. Es una historia de vida cotidiana y se disfruta porque puede ser bastante real y puede pasar.
A nuestra protagonista le pasa absolutamente de todo, pero ella lo está buscando (lo necesita para seguir su vida). Y nosotros deseamos que siga buscando su destino. Hay secciones de humor, para llorar, para estar en silencio y para sufrir.
Me encanta porque tiene absolutamente de todo, además de querer transmitir una cantidad de mensajes tanto a la juventud como a la humanidad. Pero no te aburres, cada situación es única y es una mini serie muy interesante. Tres horitas se me hicieron cortas (puede que algún momento fuera algo largo, pero es porque te acostumbras a las partes de humor/risas que son bastante animadas).