Un cuarentón viudo, a propuesta de un amigo, convoca un casting para una inexistente película con la intención de encontrar una nueva esposa.
No es de esas películas que puedas ver muchas veces, porque solo impacta la primera vez. La peli va de lo que va: imbéciles que se aprovechan de su status para montar un casting para obtener mujeres y uno tiene «buenas intenciones», pero es un asqueroso igualmente. Aunque se porta bien y eso, al final, le dan matarile.
Es la típica película que, cuando llega a su equinocio, arranca la otra parte y no puede parar. No es mala, pero ha envejecido algo mal y puede ser lentorra.