Regresando a su apartamento tras terminar la jornada, Kato, propietario del Café Phalam, se ve a sí mismo hablándose desde la pantalla de su ordenador: «Soy el yo del futuro. Dos minutos en el futuro». La pantalla de su casa y la del ordenador del café están conectadas de alguna manera. Kato vuelve a su establecimiento y, junto a clientes habituales, empieza a explorar este fenómeno.
Tú y tus amigos del parque vais a ver todas las películas de viajes en el tiempo y multidimensionales que han salido después de Avengers: Endgame porque os aburrís, os fumáis veinte porros y decidís grabar una historia que se os ha ocurrido viendo Doraemon alquilando un negocio para ello y contratar a un primero de un colega que le gusta montar planos infinitos: la película.